Translate

miércoles, 5 de junio de 2013

"Pensar es gratis"



Encontré esta pintada paseando por Girona. Matizo, antes de nada, que el "pensar es gratis" escrito en rotulador no formaba parte de la escultura hasta hace pocos días, que un desconocido artista decidió violar la obra de Crozet con un fin: que aquellos que nos fijemos en la escultura nos fijemos también en su mensaje.

No me voy a meter en si es correcto o no hacer esto. Reconozco que es un tema interesante a tratar, pero no me gusta hacer juicios éticos. Para ello ya está la conciencia de cada uno. Simplemente querría atender a las razones por las que he considerado relevante publicar esta fotografía.

Vemos que lo pintado póstumamente en la escultura no es un mero tag (firmas que los grafiteros reparten por la ciudad para marcar territorio, como hacen los perros con su orina), sino que es un mensaje que en cierto sentido exige este soporte. Reconozco que cuando vi de lejos una mancha de rotulador en la escultura recité en mi mente una maldición hacia los jovenzuelos que invierten su tiempo en firmar lo que no es suyo. Pero cuando ya de cerca descubrí que aquella mancha eran letras inteligibles, tuve que retirar mi maldición.

"Da igual que diga cosas bonitas. ¡Qué escándalo! Es una falta de respeto hacia el artista y su obra", dirá cualquiera que tenga la cabeza un poco en su sitio. Lo sé, pero a mi modo de ver, el mismo escándalo que provoca el texto es una parte esencial del mensaje. Resultaría muy estúpido por parte del desconocido artista invitar a pensar y no dar ninguna clave para hacerlo. Sería como decirle a alguien que en el Australia regalan caramelos pero no explicarle cómo llegar a dicho país. Este mensaje es más rico. En esta foto hay más que tres palabras.

Vivimos en una sociedad en donde todo lo gratis se consume en exceso. Todo excepto el pensar. Que no es que no se consuma porque no se quiera, sino porque no se sabe. Estamos tan envueltos por la rutina que incluso a veces olvidamos que nuestra vida la rigen nuestras decisiones. Creemos que pensamos cuando realmente solo estamos repitiendo una acción que ya pensamos en su momento. Y morimos habiendo pensado poco más de cien veces a lo largo de toda nuestra vida.


Por ello, solo pensamos cuando vemos algo que nos escandaliza, que nos inquieta, que nos arranca de la rutina. Nos vemos obligados a utilizar la inteligencia cuando nos encontramos ante lo inesperado, lo no catalogado. Si esta imagen no me hubiera impactado, si la pintada en la escultura hubiese sido un mero tag, el pensamiento que gira entorno a este texto nunca habría nacido.

Con esto pretendo mostrar que a veces con los conceptos no basta. Las mismas palabras sobre otro soporte hubiesen dado lugar a otro mensaje, que no llegaría ni por asomo a la altura de este. Desconozco si el violador de monumentos en cuestión es consciente de esto, pero la situación del mensaje provoca lo mismo que nos invita a hacer: pensar. ¿Por qué ha tenido que escribir aquí?, ¿estoy aprovechando la gratuidad del pensamiento?, ¿que se haya escrito esto en esta escultura es bueno?...

Otra vía para afrontar el escándalo es la ignorancia o la indiferencia, el desinterés por lo dado. Pero, ¿para qué rechazar a algo que puedo obtener gratis?



1 comentario:

  1. No crec que en Josep Pla li desagradi la pintada! De ben segur que quan el grafitero la pintava ell s'ho miraria amb un mig somriure sorneguer!

    ResponderEliminar